Micromachismos:
La violencia invisible en la pareja
Resumen: en
este artículo se ponen en evidencia los comportamientos ”invisibles” de
violencia y dominación, que casi todos los varones realizan cotidianamente en
el ámbito de las relaciones de pareja.
Dichos comportamientos, definidos como “micromachismos”,
son descritos, clasificados y analizados sus efectos sobre la autonomía y
psiquismo de las mujeres.
Introducción
Mujeres maltratadas,
varones violentos: dos dramáticos aspectos e las asimétricas relaciones de género.
Si pensamos que la
violencia de género es toda acción que coacciona, limita o restringe la
libertad y dignidad de las mujeres, podemos comprobar que quedan ignoradas
múltiples prácticas de violencia y dominación masculina en lo cotidiano,
algunas consideradas normales, algunas invisibilizadas y otras legitimadas, y
que por ello se ejecutan impunemente.
Si pensamos desde una
óptica de igualdad entre los géneros, visibilizarlos es un primer paso para intentar su
neutralización y posterior desactivación en las relaciones entre las mujeres y
varones, para contribuir a modificar los juegos de dominio y permitir el
desarrollo de relaciones más cooperativas, honestas e igualitarias en derechos
y obligaciones.
Poder y género
En las relaciones de mujeres y varones no se juegan solo
diferencias sino sobre todo desigualdades. Es decir situaciones de poder y
estrategias de su ejercicio.
El poder es algo que se ejerce, que se visualiza en las
interacciones(donde sus integrantes lo despliegan).
La palabra” poder” tiene dos acepciones popularmente
utilizadas:
-El poder autoafirmativo: capacidad de hacer, el poder
personal de existir, decidir .
-El poder de dominio: capacidad y posibilidad de control y dominio sobre la
vida o los hechos de los otros.
Las situaciones de poder y desigualdad suelen ser
invisibilizadas en las relaciones de pareja, llevando a la creencia de que en
ellas se desarrollan practicas recíprocamente igualitarias y ocultando la
mediatización social que adjudica a los varones, por el hecho de serlo, un plus
de poder del que carecen las mujeres.
A pesar de los cambios las creencias ancestrales aun
oscurecen las injusticias, aplauden las conductas masculinas y censuran a la
mujer que asume otras competencias.
Los varones siguen ejerciendo dominio y es importante
conocer sus modos para contribuir a la transformación de las relaciones.
Los micromachismos
Son prácticas de dominación y violencia masculina en la
vida cotidiana, del orden de lo “micro”, al decir de FOUCALT, de lo capilar, lo
casi imperceptible, lo que está en los límites de la evidencia.
Son microabusos y microviolencias
que procuran que el varón mantenga su propia posición de genero creando una red
que sutilmente atrapa a la mujer, atentando contra su autonomía personal.
Los varones son expertos en
estas maniobras por efecto de su socialización de genero que les inocula la
creencia en la superioridad y disponibilidad sobre la mujer.
Los varones no solo intentan
instalarse en una situación favorable de poder, sino que internamente buscan la
reafirmación de su identidad masculina- asentada fuertemente en la creencia se
superioridad y en la necesidad de control y satisfacer deseos de dominio y de
ser objetos de atención exclusivos de la mujer.
CATEGORIAS:
MICROMACHISMOS COERCITIVOS
El varón utiliza la fuerza para doblegar a la mujer,
limitar su libertad y expoliar el pensamiento, el tiempo o el espacio y
restringir su capacidad de decisión.
-INTIMIDACION: Maniobra atemorizante que se ejerce cuando
el varón ya tiene fama de abusivo. Implica mirada, tono de voz, la postura y
cualquier otro indicador verbal o gestual pueden servir para atemorizar.
-CONTROL DEL DINERO: No información sobre usos del dinero
común, control de gastos y exigencias de detalles, retención; lo que obliga a
la mujer a pedir.
-INSISTENCIA ABUSIVA: Consiste en obtener lo que se
quiere por insistencia inagotable, con agotamiento de la mujer que se cansa
de mantener su propia opinión.
-IMPOSICION DE INTIMIDAD: Consiste en una acción
unidireccional de acercamiento cuando el varon desea.
Muy típico ejemplo de esto es la seducción forzada cuando
el quiere sexo.
-APELACION A LA “SUPERIORIDAD” DE LA “LOGICA”
VARONIL: Utilizada por varones que
suponen que tienen la “única” razón o que la suya es la mejor.
Micromachismos encubiertos
Son los que atentan de modo más eficaz contra la simetría
relacional y la autonomía femenina. En ellos el varon oculta su objetivo de
dominio y forzamiento de disponibilidad de la mujer.
En ellos se utiliza el afecto y la inducción de actitudes
para disminuir el pensamiento y la acción eficaz de la mujer, llevándola a
hacer lo que no quiere y conduciéndola en la dirección elegida por el varón.
-ABUSO DE LA CAPACIDAD FEMENINA DE CUIDADO:
Consiste en que se obliga a la mujer a un sobreesfuerzo
físico y emocional que les resta autonomía vital.
-CREACION DE FALTA DE INTIMIDAD:
Son maniobras activas de alejamiento, que impiden la
conexión y evitan el riesgo de perder poder y quedar a merced de la mujer, más
experta habitualmente en el manejo de las relaciones de cercanía. Con ellas el
varon logra que la mujer se acomode a sus deseos: cuánta intimidad tener,
cuanta tarea domestica realizar, cuando estar disponible y que merece
compartirse.
-SEUDOINTIMIDAD:
En
este mM el varón dialoga, pero manipulando el dialogo, de modo de favorecer el
control y el ocultamiento, dejando a la mujer con menos poder al retacearle
sinceridad.
·
Comunicación defensiva-ofensiva. El objetivo
de la comunicación no es aquí la apertura sino que se habla para imponer y
convencer.
·
Engaños y mentiras.
-DESAUTORIZACIÓN:
Estas
maniobras están basadas en la creencia que el varón tiene el monopolio de la
razón, lo correcto y el derecho a juzgar las actitudes ajenas desde un lugar
superior.
-PATERNALISMO:
En
este tipo de maniobra se enmascara la posesividad y a veces el autoritarismo
del varón, haciendo “por” y no “con” la mujer intentando aniñarla.
-MANIPULACIÓN
EMOCIONAL:
Aquí
el varon utiliza el afecto no para el intercambio emocional sino como
instrumento para lograr el control de la relación.
MICROMACHISMOS DE
CRISIS
Estos mM suelen utilizarse en momentos de desequilibrio
en el estable desbalance de poder en las relaciones. Suelen ser útiles no solo para
impedir que la mujer sea más autónoma o para no sentirse dependiente de ella,
sino también para impedir los reclamos de ella respecto a la necesidad que el
también cambie modificando sus hábitos de superioridad.
· Hipercontrol
· Rehuir
a la crítica y la negociación
· Promesas
y hacer méritos
· Victimismo
· Dar
lastima
Efectos de los micrimachismos
En las mujeres suelen provocar:
ü Un
agotamiento de sus reservas emocionales
y de la energía para si.
ü Un
deterioro enorme de su autoestima.
ü Una
disminución de su poder personal y paralisis del desarrollo personal.
En los varones los efectos de su
ejecución de los mM suelen ser:
Ø Un
aumento o conservación de su posición superior y de dominio, con desinteres
creciente de las necesidades y derechos de la mujer.
Ø Una
afirmación de su identidad masculina.
Ø Un
aislamiento receloso creciente, ya que el dominio no asegura el afecto
femenino.
FINALMENTE LOS mM PRODUCEN EN EL VÍNCULO:
-Todo
esto lleva a la perpetuación de los desbalances de poder y de las disfunciones
en la relación.
-Etiquetamiento
de la mujer como “la culpable” del deterioro del vínculo; ella por mandato de
género tiende a autoculparse y él, que no se reconoce como dominante, queda
como inocente.
-Guerra
fría, transformación de la pareja en adversarios convivientes, y
empobrecimiento de la relación, creándose el terreno favorable para otras
violencias y abusos.
Consideraciones
finales
Nombrar los mM y ver sus efectos es
también anormalizarlos, ya que muchas veces cuando de perciben aisladamente, se
juzgan como intrascendentes sin evaluar
el daño que producen por reiteración y su capacidad de ser caldos de cultivos
para otras violencias. Nombrar los mM es también una tarea que supone el análisis
crítico de la cotidianidad y los
comportamientos de
“seudoigualdad”
que circulan diariamente. Así, ponerlos en evidencia debería ser útil para las
que las mujeres pudieran :
-legitimar
y ampliar su registro perceptivo de los
comportamientos masculinos de dominación que ellas sufren y que los varones
generalmente no reconocen realizar.
-reconocer
el lenguaje de acción y manipulación ; tan propio de los varones.
Finalmente
hacer visibles los mM debe servir para
no olvidar que son factores que deben tenerse en cuenta en las estrategias de erradicación de la
violencia de género.
Para concluir: sería un error deducir de todo lo
que hemos descrito un juicio
descalificador y una atribución de “maldad” hacia los varones.
De estas violencias
los varones son responsables y por tanto sólo a ellos les corresponde
intentar modificarlas en sí mismos se desean relaciones igualitarias y
cooperativas con las mujeres.
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